Amigos viajeros, hemos llegado a la parte final de aquel primer viaje del año 2019, del cual aprendí muchísimo y el cual me dejó muchas experiencias. La Selva Central es uno de esos lugares que me moría por conocer, estando tan cerca de Lima, nunca lo había visitado.
Ahora puedo decir que no volveré solo una vez, sino, varias veces más, debido a que me quedé con las ganas de seguir explorándola y llegar a lugares recónditos de la selva peruana. Y algo que me conecta, en estos días, con aquellos recuerdos de la selva central, es el olor a frutas: naranjas, limones, piña, mandarinas, olores que me transportan de inmediato en medio de la selva, rodeada de verdes montañas y ríos caudalosos. Déjame que te cuente las maravillas que encontré, entre la selva que une a la región de Junín y Pasco .
Las maravillas de la Madre Tierra en la selva central
Gracias a la agencia Angel Adventure pude conocer lindos lugares de la selva central, recalco, sobretodo, la labor de mi conductor y también guía: Shanthy Ramirez, quien me permitió ser su copiloto y escuchar muchas historias de los lugares que veíamos cuando íbamos en ruta.
El primer lugar que visitamos fue el puente Kimiri, de echo, este lugar lo visité varias veces, es como el punto de inicio de todos los tours. Antes de cruzar el puente hay distintos lugares donde venden helados artesanales.. Qué helados!! Cremosos y frutales! Con el calor de la selva van a querer repetir! El puente Kimiri, fue construido en 1901 para poder conectar distintos distritos de Chanchamayo, y se construyó sobre el río del mismo nombre. La estructura es metálica y el piso de madera, y la verdad que me gustó mucho cruzarlo porque es como si el río y las montañas te estuvieran dando la bienvenida a la Selva Central .
Continuando la ruta, visitamos un Ecolodge llamado Tinkuy, al cual la mayoría de agencias turísticas entran, porque también es un mirador que nos muestra la unión entre dos ríos: el río Chanchamayo y el río Paucartambo, los cuales al juntarse forman el río Perené. Justamente, el nombre del lugar Tinkuy, es una palabra quechua que significa ‘encuentro’ , refiriéndose a este unión de ríos. El lugar es muy bonito y relajante, yo me enamoré del paisaje mientras hacíamos una cata de macerados de distintas frutas de la región, en pisco.
Sin duda alguna, la belleza de la zona radica en su naturaleza, y parte de ella son las cataratas que podemos encontrar a tan solo 1 hora de Chanchamayo: las cataratas de Bayoz y Velo de la Novia. Para visitarlas, se llega al poblado de Perené donde verán muchos puestos de snacks como plátano maduro a la parrilla, frutas locales, agua, etc. Desde ahí se tiene que caminar de forma ascendente y con mucho cuidado, ya que está resbaloso, hasta llegar a la catarata Bayoz. Se trata de una caída de agua de casi 60m de altura y que va cayendo de forma escalonada. Cuando vas subiendo sientes toda la brisa que esta caída forma, la cual es muy refrescante. Si llevas tu ropa de baño, puedes darte un chapuzón en ella, pero eso sí, el agua está helada! Si ves a personas mayores o a niños, por favor ayúdales a bajar, como el lugar es resbaloso se pueden caer o tener algún accidente.
Cuando estaba regresando al punto de inicio, nos agarró una fuerte lluvia! que nos empapó por completo en menos de 1 minuto. Aún nos quedaba visitar la otra catarata del Velo de la Novia, pero solo algunos nos atrevimos a caminar hasta ella, en una caminata de casi 15 min. bajo la lluvia. Recuerda siempre llevar contigo tu poncho para la lluvia. Así que comencé a caminar con mucho cuidado hasta que llegué al mirador. Que belleza, nunca había visto algo igual en mi vida, la caminata bajo la lluvia valió la pena al 100%. Ver la caída de 120m y el río ocre que se forma en la parte inferior es una experiencia única. Sinceramente, fue un momento muy emotivo, y el sonido del agua lo complementó. Agradecí a la madre tierra por regalarnos ese espectáculo, y aunque sé que hay infinidad de cataratas en Perú, cada una de ellas es única, y esta sin duda alguna, es una de mis favoritas. Quiero volver a este lugar .
El Tour de Indiana Jones: Seguridad ante todo!
Me enteré de este tour por varios videos que vi en Youtube y la verdad que yo, con el pasar de los años, me he vuelto más reacia a realizar actividades de aventura. Pero, al mismo tiempo, siempre me digo: Hazlo! Atrevete! Y eso pasó en esta ocasión, de echo, siempre busco llenarme de experiencias para luego tener historias que contar a mis turistas extranjeros y nacionales.
Ese día, cruzamos el Puente Kimiri para iniciar una caminata de 40 min hacia el distrito de Borgoña, las vistas eran hermosas y aprendimos sobre distintos árboles frutales en el camino. Luego de ese tiempo, llegamos a una pequeña cabaña familiar donde rentamos botas de hule (lleven medias largas! porque sino les puede hacer una herida en la pantorrilla) y donde nos dieron las indicaciones de seguridad y nos mostraron en un mapa el recorrido que se iba a realizar. Hasta ahí todo bien.. pero de ahí el guía, un muchacho súper joven, nos dijo que ya bajaríamos al río para comenzar con la aventura. La idea era que íbamos a caminar dentro del río e ir escalando rocas, cascadas y pequeñas cataratas, durante 3 o 4 horas, haciendo el uso cuerdas. Entonces, obviamente, un elemento básico de seguridad y que no puede faltar, era el casco. Tres chicas y yo pedimos que nos dieran el casco porque 1, seguridad ante todo, y 2, ya habíamos pagado por eso en el precio del tour. Pero el guía, solo tenía 3 cascos para un grupo de 15 personas y los cascos estaban rotos, no se podían ajustar. Me sentí un poco indignada no solo porque yo no tenía casco, sino porque en el grupo habían adolescentes y adultos entre 50 y 60 años que tenían que usar uno. El guía nos mencionó que el río estaba bajo y que no teníamos que preocuparnos por nada y nos animó a que igual hagamos el recorrido.
No les miento, yo dudé un poco en hacer el recorrido.. pero, al final, decidí hacerlo de todas maneras, obviamente si algo pasaba, ya estaba bajo mi propia responsabilidad. Comenzamos con la caminata por el río, al inicio el agua te parece helada! pero luego ya ni lo sientes. A este recorrido si o si tienes que ir con ropa de baño, short o pantalón cómodo, y un polo. Por sectores estuvo algo difícil, y casi a la mitad del recorrido la corriente vino con mucha más fuerza que hasta tumbó una escalera por la que teníamos que trepar para llegar a otro nivel de una cascada. Algunos se ayudaron con una soga para trepar y otros, trepamos unas rocas enormes y escalonadas para llegar a la parte superior. En ese momento me di cuenta de que, efectivamente, es 100% necesario el uso de cascos para todos, incluido el guía quien hacía el mayor trabajo.
En general, fue una experiencia divertida y la volvería hacer si es que me dan todos los implementos de seguridad necesarios. Viajero, este tema es muy importante, cada vez que contrates un servicio asesorate bien, si lo ves por una web, lee los comentarios, y si haces turismo de aventura todos los implementos tienen que estar 100% operativos, de esta manera nos evitamos accidentes e incluso, podrás disfrutar más de tu experiencia al saber que estás seguro.
Visitando una aldea Asháninka
Aunque mi visita a la aldea fue corta, aprendí mucho sobre ellos y tuve la oportunidad de conversar con sus integrantes. La comunidad Asháninka en Pampa Michi, está conformada por 25 familias y es la comunidad de la amazonía más cercana a Lima, capital del Perú. Esta aldea vive de la agricultura y también del turismo. Todos los días reciben a muchos turistas con una gran sonrisa, los invitan a danzar con ellos y también les cuentan sobre sus costumbres.
La comunidad Asháninka, conserva sus vestimentas llamadas ‘Cushma’ y también la forma de construcción de sus viviendas, con estructuras de madera y techo de palmeras. La música es lo que les da alegría, así que tienen sus propios músicos que desde muy niños aprenden los ritmos de la selva, ritmos que cuando uno los escucha automáticamente nuestro cuerpo comienza a moverse. Lo que me gustó mucho de ellos, es el respeto que le tienen a la naturaleza y a todos sus elementos. Por ejemplo, para obtener la madera para hacer sus viviendas, se hace un ritual de agradecimiento a la madre tierra por haberles dado el permiso de tomar sus árboles de una manera controlada. El río les brinda el agua pura que necesitan para vivir, y sus áreas de cultivo les da los alimentos con los que crecen fuertes y sanos.
Enamorada de Oxapampa!
Este es el lugar que tanto esperaba visitar durante mi visita a la Selva Central y también es el último lugar que visité en este viaje de dos semanas. Oxapampa, se encuentra ubicada a dos horas y media de Chanchamayo, pasas por distintos poblados para llegar a ella, por ejemplo, por el poblado de Paucartambo con su constrastante puente naranja, y en ruta también tienes algunas actividades que puedes hacer, por ejemplo Canopy! 500m de longitud, 40m de altura, es como si estuvieras volando entre la copa de los árboles! ¿Qué creen.. me atreví o no? Sí amigos! Lo hice! No podía perder esta oportunidad de volar. Fue una experiencia inolvidable! Y realizada por la mañana, así que fue una manera divertida de terminar de despertarme .
Oxapampa, ya no pertenece a la región de Junín, sino a la Región de Pasco y es, a través de ella, que se puede llegar a otras zonas de la selva central como Villa Rica, Prusia, Pozuzo, etc. Todas ellas y Oxapampa tienen algo en común, y es que, estas ciudades, están habitadas por colonos austriacos, alemanes y sus descendientes. Lo cual es súper notorio! Lo ves en la forma en que se desarrolla la ciudad, en sus actividades, siendo la principal de ellas la ganadería y el cultivo del café, en la música y en la danza. Y, así mismo, lo ves presente en su arquitectura! Oxapampa presenta una arquitectura distinta a otras ciudades de la selva, aquí la mayoría de casas están echas de madera y presentan un juego de inclinaciones en sus techos. De igual modo, la mayoría de ellas tienen la madera expuesta y otras, las han pintado de colores sutiles que contrastan suavemente con la naturaleza.
En Oxapampa, visitamos un lugar llamado ‘El Tirolés’ donde hicimos una degustación de café, quesos y otros productos locales. Aquí también aprendimos a bailar algunas de las danzas de los colonos austro-alemanes. Estuvo muy divertido!! Y obviamente que yo, también me animé a bailar, aquí tengo la prueba.
Los pobladores de Oxapampa me contaron que cada año reciben más visitantes, por lo que ya han desarrollado todo un plan turístico para ellos, también los animan a que visiten las otras ciudades como Pozuzo y Prusia.
A Oxapampa regresaré muchas veces! Para seguir conociendo sus alrededores y seguir apreciando su cielito perfecto .
Datos útiles:
Altitud: 700 – 2000 m.s.n.m
Vías de acceso: Terrestre y aérea (aeropuerto de Jauja)
Fechas Festivas:
– Febrero: Carnaval de la Selva Central.
– Junio: Festividad de San Antonio de Padua en Pozuzo.
– 2 de junio: Villa Rica celebra el reconocimiento como Biosfera Oxapampa Ashaninka Yanesha.
– 20 al 30 de junio: Semana Turística de la Selva Central.
– 23 al 29 de junio: Festival de los cítricos.
– 24 de junio: Festival del Café.
– Agosto: Festival de las orquídeas y las flores, fiesta patronal de Santa Rosa, festival ganadero y ecoturístico de Pozuzo y fiesta patronal de Oxapampa.
Para más información sobre este destino, ingresa a: https://selvacentral.com.pe/chanchamayo/